Una semana…cómo ha pasado el tiempo…madre mía…parece que fue ayer cuando aterrizábamos en Melbourne medio dormidos y ahora estamos ya preparando todo para irnos. Desde aquel día han pasado taaaaanntas cosas que por un lado parece imposible que haya pasado solo un año y pico…por otro lado, el tiempo ha pasado tan rápido que parece imposible que ya haya pasado un año y pico…qué sin sentido verdad, pero así lo siento.

image

Primera semana en Melbourne

 

Estas últimas semanas están siendo un poco locura gestionando todo para el viaje y para dejar todo zanjado en Australia. Después de casi un mes, hoy nos han dicho que los chicos que elegimos para la habitación están admitidos así que una cosa menos. Ahora estamos vendiendo todas nuestras cosas. Bueno, en realidad todo está ya vendido pero ahora la gente está viniendo a recogerlas. El jueves nos quitan la cama así que pasaremos a dormir en un colchón en el suelo…dentro de un rato vendrán a por la silla en la que estoy sentada y mañana se llevarán el espejo…peeeeroooo..hemos tenido suerte, hemos podido recuperar una parte del dinero invertido así que ya podemos darnos por satisfechos.

Otro tema con el que hemos estado lidiando ha sido el seguro de viaje. En Australia nadie nos lo quería hacer porque no somos residentes, en España tampoco porque no salimos desde España (malditos seguros…ggggrrrr)  así que al final hemos optado por un seguro de vida que nos cubre también 3 meses en el extranjero que es justo el tiempo que vamos a estar de viaje… Mejor que no pase nada para no tener que ponerlo a prueba…

Otra cosa muy útil que hemos hecho es la tarjeta de viaje. Os la recomiendo para viajar al extranjero porque te hacen el cambio del momento según la divisa en la que pagas, sin comisiones, así que vale mucho la pena. En España no sé si existe pero aquí lo tienen varios bancos así que es cuestión de mirar.

Pero bueno tampoco es cuestión de solo quejarme diciendo todas las cosas que hemos estado haciendo porque también ha habido tiempo para la diversión. Este finde fuimos al Piknic Electronik, un festival que vale más la pena por el ambiente que se respira (en varios sentidos)  que por la música que se escucha. Se celebra durante todos los domingos del verano y cuesta unos $15. A mí me gustó pues por lo dicho, por la gente, los puestos que hay y el ambiente en general pero bueno…no volvería 🙂 supongo que si me gustara la música electrónica sería distinto pero es que es una música muy aburrida…todo el día ahí moviendo cabeza con un ritmo bastante continuado…dónde están las letras? los gritos? los saltos? 😉image

Bueno chicos….son ya los últimos post de este blog. Últimamente escribo menos porque estamos sin ordenador en casa, el pobre bastante duró….pero tendréis noticias antes de que nos vayamos 😉